dissabte, 29 de març del 2014

¿Que me ha supuesto leer Mal de escuela?

Leer este libro supone reflexionar sobre algunos asuntos que se dan por asentados pero que en realidad no son así, nos da a conocer a una parte de la sociedad que por circuntáncias varias no se adapta a ritmo de lo que denominariamos lo "común". La solución más fácil y a la vez la más irresponsable es pensar que cada uno aguante su vela y el que no quiera adaptarse a la formalidad allá él. Pero el libro de Pennac nos aporta soluciones, ya que el autor en su etapa de escolaridad no se destacaba por ser un alumno ejemplar, y a mi humilde entender me parece que la historias contadas en primera persona y que se han sufrido en sus propias carnes son las historias que verdaderamente llegan a tener gran calado en el lector.



Lo que nos cuenta este libro también lo podemos extrapolar al mundo del deporte y de la educación física, ya que con un poco de suerte es a lo que nos dedicaremos en un futuro la mayoria de los que leeran esta entrada. En este mundo también hay personas hábiles y menos hábiles y en este segundo grupo es en el que el educador tiene que poner mucho de su parte para lograr que la persona encuentre su lugar, su motivación y que con ello pueda exprimir todo su potencial. El éxito de un buen docente reside en el número de "zoquetes" que consigue rescatar.

Me gustaría concluir con la recomendación de este libro a todo el mundo que desee enseñar y aprender, también al buen alumno para que siga su camino como hasta ahora, al "zoquete" como posible punto de inflexión y al mal docente para que se de cuenta de que hay muchas cosas aún sobre las que reflexionar.

3 comentaris:

  1. Pennac, habla de salvar al zoquete, quizás porque él fue uno de ellos, pero ¿qué precio estamos dispuestos a pagar para salvar a los zoquetes?
    ¿Hasta que punto es lícito parar toda una clase para salvar a ese zoquete? ¿donde está el equilibrio?
    ¿Qué opinas Paco? Realmente el exíto del docente depende del número de zoquetes que consigue rescatar.

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  2. En el equlibrio puede estar la respuesta, claro está que no podemos hipotecar la educación de la mayoria para salvar a unos unos cuantos, pero si que creo que un profesional presumiblemente está cualificado para rescatar del fracaso escolar al alumno o en su caso saber asesorar a sus familiares más cercanos de cuales son las herramientas adecuadas..Es cuestión de querer.
    En cuánto a la pregunta lanzada debo corregir que el número de zoquetes recatados puede ser un éxito más, pero por supuesto que un docente puede ser exitoso haciendo otras tantas cosas.

    Gracias por la reflexión Tomás!!!

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